Hemoglobina

¿QUÉ ES LA HEMOGLOBINA?

La hemoglobina es el componente principal de los glóbulos rojos o eritrocitos. Está compuesta por una proteína llamada globina y un grupo denominado hemo, que contiene hierro y porfirina, y es el responsable del característico color rojo de la sangre. Su función principal es transportar oxígeno desde los pulmones a los tejidos y facilitar el intercambio de dióxido de carbono (CO₂) en sentido inverso.

Este parámetro se mide mediante un análisis de sangre, dentro del perfil denominado hemograma. Suele solicitarse como parte de una analítica de rutina, ante la sospecha de anemia u otros trastornos hematológicos, o para el seguimiento de enfermedades crónicas.

Además de la hemoglobina, es frecuente que se valore también el hematocrito, que representa el porcentaje del volumen sanguíneo ocupado por los glóbulos rojos.

Para la realización de esta prueba no se requiere una preparación especial. Sin embargo, si la analítica incluye otros parámetros, puede ser necesario guardar ayuno durante algunas horas. La muestra se obtiene generalmente mediante una venopunción en un brazo, y aunque puede causar una molestia leve, se trata de un procedimiento de bajo riesgo.

VALORES NORMALES Y VARIACIONES

Los valores normales de hemoglobina varían según la edad, el sexo y otros factores individuales. En adultos, los valores de referencia habituales son:

  • Mujeres: entre 12 y 16 g/dL
  • Hombres: entre 14 y 17 g/dL

En niños, los valores se ajustan a la edad, existiendo tablas específicas para su interpretación.

Es importante tener en cuenta que ciertos factores pueden modificar los niveles de hemoglobina sin implicar necesariamente una enfermedad. Por ejemplo:

  • Aumento fisiológico: altitud elevada, tabaquismo, ejercicio físico intenso o deshidratación.
  • Disminución transitoria: embarazo, exceso de hidratación, o ciertos medicamentos.

¿QUÉ SIGNIFICA SI LA HEMOGLOBINA ESTÁ ALTERADA?

Un valor bajo de hemoglobina puede ser indicativo de:

  • Anemia (por déficit de hierro, vitaminas o causas crónicas)
  • Talasemia
  • Enfermedades hepáticas, tiroideas o hematológicas

Por otro lado, niveles elevados pueden aparecer en casos como:

  • Enfermedades pulmonares crónicas
  • Cardiopatías
  • Policitemia vera (una enfermedad de la médula ósea)

CONCLUSIÓN

Los niveles de hemoglobina deben interpretarse siempre en contexto y por un profesional de la salud. Una alteración en sus valores puede ser la clave para detectar a tiempo diversas condiciones médicas, pero también puede tener causas benignas y transitorias. En caso de duda siempre consultar a su médico de referencia.

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